La voz de la Filosofía

Este blog tiene la intención de promover un espacio -virtual, pero no por eso menos real-, en el que los que nos dedicamos a la filosofía (y también los que no) podamos "hablar" y "escribir"...

sábado, abril 22, 2006

¿Quién escribe?

A propósito de escribir escribo estas líneas. ¿Qué actitud debe tomar uno cuando reconoce que aquello que debe hacer no lo hace? Si el trinomio pensar-hablar-escribir es parte de nuestro quehacer y, sin embargo, no está siendo efectivo, ¿qué hacer? Hace unas semanas que no he tenido tiempo para escribir, no he logrado hacerme de un tiempo en el que me despersonalize en el papel (o la pantalla). Esa es la cuestión, hacerse de un tiempo, pero hacerse un tiempo no es encontrar sino, más bien, crear. El tiempo que nos falta hay que crearlo, no encontrarlo. El tiempo que se busca es futuro, no pasado.
Quiero someter a su consideración una cuestión vinculada al trabajo de la escritura, a la búsqueda del tiempo de la escritura: ¿Quién escribe? ¿Quién habla detrás del texto? ¿es el trabajo, la identidad, de un sujeto, de un yo, el que se materializa en las formas de la tinta? ¿o la escritura es, como sugerí líneas arriba, un intento radical de despersonalización, de disolución de la subjetividad?... Planteo esta cuestión porque justamente cuando empezaba a asumir la escritura como la manifestación más personal, más propia, en la que se debía ver reflejado lo que uno es (yo hablo, yo escribo) me tope con la idea contraria, que escribir es perderse a sí mismo en el acto y liberar lo impersonal en nosotros... ¿qué piensan?

3 Comments:

At 1:38 p. m., Anonymous Anónimo said...

Respecto de tú última cuestión creo que la escritura en sí no puede ser disolución de nuestra subjetividad porque está intimamente ligada a nuestros pensamientos, a nuestros conocimientos, ellos forman parte de nosotros. Entonces, cómo podríamos desligarnos de eso para escribir algo que no fuera una novela de Delia Fiaggio?

 
At 10:38 a. m., Blogger Alejandro said...

Bueno mi querido Machete, para empeza, quién chu... será Delia Fiaggio...jaja. Hablando en serio, ¿no es algo trivial, anecdótico, que el que escriba sea nuestro YO? ¿A quién le importa lo que YO tengo que decir? Por el contrario, ¿no deberíamos tratar de fragmentar nuestro YO para que libere todas nuestras singularidades, todo eso que somos pero que está sometido a la tiranía de un YO dominante? Pienso que los que escriben deben ser los afectos, deseos, creencias, pero no los organizados en torno al YO que los acepta, organiza y domina, sino aquellos que no caen dentro de su jurisdicción. Es decir, aquello que está en nosotros pero que es ajeno al YO, o que está por debajo de él, fuera del él... la diferencia constituyente dentro de nuestra identidad...

 
At 11:24 a. m., Anonymous Anónimo said...

Delia Fiaggio?, umm, mala analogía, concedo.

Pero bueno, mi aún mas querido Pichín (para rememorar diálogos antiquísimos) a mi me importa lo que tu "YO" tiene que decir, pues no solo aprendemos de lo que vemos, también enriquecemos mucho nuestro conocimiento cuando leemos o escuchamos lo que otro "YO" distinto del nuestro tiene que decir. Sino que de nos serviría haber reconocido que el filosofo no es el gran dueño de la verdad como siempre se ha pensado. Creo que la aceptación de esta premisa va de la mano con la virtud de saber escuchar al otro de una manera conciente. Nuestro "YO" tiene mucho que decir y más allá de que sea trivial o anecdótico creo que es importante que nuestro "YO" escriba para que reciba los beneficios de la exteriorización. Ahora, sería sumamente interesante que los otros "YOS" que nos habitan pudiesen escribir.

 

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