La voz de la Filosofía

Este blog tiene la intención de promover un espacio -virtual, pero no por eso menos real-, en el que los que nos dedicamos a la filosofía (y también los que no) podamos "hablar" y "escribir"...

sábado, abril 08, 2006

MANIFIESTO: soy un pitufo filósofo o creo serlo

Cuando estaba en el colegio a los quince años de pronto me vi un buen día en el espejo que no me atreví a cruzar con un par de espéculos sobre la nariz (que en aquel entonces estaba unos varios años mas nueva y no había desarrollado el pequeño callo óseo que tienen todas las personas que usan lentes). En ese entonces leía yo cosas que mis amigos no leían y devoraba enciclopedias, de modo que, en efecto, parecía saber las respuestas a un cuuuuuuuuuuuuuuulo de preguntas que a nadie más le importaban (aquellas que no aparecían en el Libro de preguntas y respuestas de Carlitos que todo el mundo tenía). El ‘Ah, ya cállate’, tomado de un personaje de los Looney Toones (que luego se convertiría en mi lema), parecía anticipar lo que vendría después.

FF (léase ‘Fast Forward’) dos años “estudiando” algo que no me interesaba mucho; luego años más algo que parecía interesarme más y de ahí finalmente a lo que se supone me gustaba (Entretanto me hago el interesante de cuando en vez, alardeo sobre las dos o tres trivialidades que ya conozco desde el colegio y que sólo he refinado (cargando libros bajo el brazo —y en la maleta—, siempre cargo libros, no con el brazo suelto, sino contraído —las leyes de la física sostienen que el conocimiento se transmite por ósmosis; las leyes de la magia, en cambio, hablan de contagio—) , aprendo que los “intelectuales” pueden marginar a los demás por burros, también que se puede ser intolerante frente a ellos —total, estas en la Universidad y no vas a estar aguantando a cualquier cretino de medio pelo que se te cruza—. Claro, burros eran todos los que no fuesen yo —y lo mismo va de regreso, porque para un burro, burro es todo el que no es él—). Me gradúo finalmente de Extraña Curiosidad que aparece de cuando en vez en las fiestas de mis amigos y con puedes conversar de todo: de religión, de sexo, de política, de ciencia, de física, de procesos productivos..... (total, a cualquier actividad subyace una teoría que puede identificarse o construirse a la mala con relativa facilidad. (Esto responde a la pregunta ‘¿a qué se dedica un filósofo?’, en principio). Claro, no me iba a quedar con el título solamente, eso sería mediocre, entonces opté por una mención en Renegonería (i.e. I am the official Grumpy).

Se puede observar a esta altura del resumen que llevo encima los carteles de dos pitufos: el uno que siempre detesté y el otro que siempre me cayo mejor: Gruñón . (Lo de goloso también se puede sumar, si se quiere)

Por infortunio —y se anticipa el fin desde el principio— sigo usando espéculos, sigo cargando libros un cuuuulo de libros, si no en la maleta o bajo el brazo, en la cabeza, (que es peor), después de una maestría me di cuenta de que sigo sabiendo un cuuuuuulo de cosas intrascendentes [para otros] (importantes, para mí), estadísticamente conozco a bastante gente que usa lentes (lo normal sería no usar lentes, no?) y aunque no los usen la mayoría tiene cara de sonsos (pero creen no tenerla), muchos aunamos a lo anterior el carácter de mierda que caracteriza a los más de los que nos dedicamos a cosas “académicas”. A veces, si me dan la oportunidad puedo hablar hasta por los codos al punto que podrían llegar meterme una patada en el mencioando y mandarme volando con mis libros y todo. En otras ocasiones, sin embargo, puedo contribuir con la formación personal de alguien más y en el proceso entenderme más a mí mismo.

Conclusión 1: PEPO NOS JODIÓ LA VIDA. Nos sembró un paradigma y mal que bien (porque todos veíamos el bendito programa) crecimos desarrollándolo conciente o inconscientemente.

Conclusión 2: Sí pues, soy un pitufo filósofo. No he encontrado ni MI RESPUESTA, ni la piedra filosofal (mucho menos, oro o fama). Me queda además un largo camino por recorrer para limar aquellas asperezas del paradigma que no me gustan. Pero todos los pitufos/paradigmas tienen cosas que no nos gustan no.... (Se entiende que hace rato me olvide lo que iba a decir y me quedé tratando de elaborar cualquier cosa más o menos coherente, pero al final, no)

Y bueno, como Cirilo, yo decía, no más.

por Javier Ormeño