La voz de la Filosofía

Este blog tiene la intención de promover un espacio -virtual, pero no por eso menos real-, en el que los que nos dedicamos a la filosofía (y también los que no) podamos "hablar" y "escribir"...

lunes, agosto 07, 2006

Pensar es un deporte extremo y para especialistas. No trate de hacerlo en casa 2

Siempre me he preguntado por qué le tengo tanto miedo a los "deportes extremos". Imagino que será miedo a la muerte. Deportes extremos son aquellos en los que tu cuerpo, y con él tu vida, juegan con su existencia. Unos son más radicales, otros menos: escalada en roca, surfing, alpinismo, ala delta, entre muchos otros. Lo que tienen en común es que en todos ellos quien los practica se encuentra en constante riesgo, aunque, seguramente, no siempre sea consciente de ello. El riesgo es una transgresión, es alcanzar un límite, y siempre está marcado por una seducción, por algo que nos seduce. ¿Por qué el hombre necesita alcanzar su límite? ¿por qué jugarnos la vida colgados de una soga a 200 metros de la tierra? ¿por qué deslizarnos bajo una ola o empujados por una ráfaga de viento sin tener branquias ni alas? ¿por qué la necesidad de esa seducción, de ese coqueteo con la muerte? Debe ser que quienes practican esos deportes tienen necesidad de esas experiencias extremas, radicales, para sentir con mayor intensidad la vida. Es una posible respuesta. Ahora, teniendo en cuenta esto, volvamos a mi caso.
Una vez en mi vida, solo una (aunque no lo crean) he subido a una montaña rusa (algunas más al universalmente conocido "gusanito"), ¿por qué, pues, mi espíritu no se permite mirar ese límite, ese doblez entre la vida y lo que hay más allá? ¿por qué tanto temor ante ese tipo de riesgo? Siempre me he hecho estas preguntas, y nunca he encontrado una respuesta que me convenza (obviamente la posibilidad de la cobardía no me agradaba mucho, pero en fin, era una posibilidad). Ahora, pasados algunos años, creo tener una interpretación que me parece mucho más acertada. "Los buceadores del pensamiento regresan de las profundidades con los ojos inyectados de sangre". Recuerden esta cita de Melville, está en un post anterior. Tradicionalmente el ser humano ha sido dividido en mente, alma, espíritu o pensamiento, por un lado, y cuerpo, materia, instintos, por el otro. Pensamiento y cuerpo. No estoy afirmando que seamos estás dos cosas por separado, sino que son dos formas de entender la naturaleza humana. Ambas se implican mutuamente, son las dos caras de una misma moneda. Y aquí encontramos la respuesta a mi inquietud: unos alcanzan su límite con el cuerpo, otros con el pensamiento. Hacerlo con ambas "partes" nos destruiría, no podríamos soportar mantenernos al límite, en constante riesgo, desde la perspectiva del cuerpo y desde la del pensamiento. No somos dioses ni titanes. Quienes nos dedicamos a la filosofía -espero que esto no suene soberbio, no es esa su intención-, quienes hacemos filosofía, no como una disciplina universitaria, sino como una forma de vida, es decir, quienes vivimos la filosofía lo hacemos movidos por una forma particular de ver y sentir el mundo. Una visión aberrante de la realidad que constantemente juega con nuestros criterios, perspectivas y límites; una visión que corta la piel y se detiene en la sangre; una visión esquizofrénica -doble-: del mundo, por un lado, y de nosotros viendo el mundo, por el otro. Es un pensamiento que se dirige hacia las profundidades, para pensar lo impensable, y luego respirar en la superficie, que es una delgada línea entre la razón y la sin razón.

1 Comments:

At 12:36 a. m., Blogger |||j||||o|s|||||||||||||||e||||||| said...

a ver pichin, pienso y escribo...con esto afirmo que yo soy parte pensamiento y cuerpo, reflexion y accion. que se pueden dividir, seguro que si. dividirlas para poder superar nuestros miedos, tambien.
siempre en el dominio de la experiencia, por lo tanto lo concreto para mi.
hablando de temor, yo tengo un temor al agua que no siempre logro vencer. temor al mar mas que todo pues un una piscina mi predisposicion cambia.
la cosa es que mi temor de niño, en esta edad adulta, he podido vencerla gracias al pensamiento y no a la accion. siempre tengo pensamientos, tan reales, donde me veo nadando super bien y haciendo cosas que no haria en el agua. estos pensamientos o sueños se marcan tan profundamente que cuando voy a la accion, tengo la impresion que todo es cotidiano y me lanzo al agua sin temor. entiendes?
es raro pero creo que ciertos pensamientos o sueños crean en nosotros ciertas sensaciones que a la hora de la accion, diriamos que ya las practicamos, que ya las conocemos de memoria y que nos permiten accionar normalmente.
como cuando soñamos volar y juramos que la sensacion de vuelo la hemos experimentado si bien es cierto que jamas podremos corroborarla.
en todo caso, creo que el cuerpo, tranquilamente puede desligarce de su parte pensamiento para que esta ultima le ayude combatir ciertos temores, como los mios.
interesante esto de volver inerte un cuerpo para que en esta etapa, con el pensamiento, podamos evolucionar nuestro propio movimiento.

 

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